Superliga Europea.

 ¡Buenas a todas y a todos!

En esta semana quería hablarles de uno de los temas más polémicos ocurridos estos últimos días. Como bien sabrán todos los que estén mínimamente atentos al mundo del deporte, el intento de creación de una Superliga entre los clubes de fútbol más grandes de Europa ha sido una noticia que no ha dejado a nadie inadvertido y rápidamente se ha convertido en un tema viral y las redes sociales en escasos minutos se transformaron en una guerra entre partidarios y detractores de este nuevo formato. Esta nueva liga europea contaba con quince clubes fundadores que participarían en ella todas las temporadas e incluiría a cinco clubes invitados cada años que hubieran hecho méritos en su respectivo campeonato doméstico.

Un poco metidos en contexto les informaré mejor de lo que ello supone, este nuevo título europeo para los clubes fundadores que competirán por él cada año supondría un ingreso mucho mayor del que obtienen en la actualidad y haría aumentar aún más la brecha económica con el resto de clubes. Lo peor de esta competición  no es solo esa diferencia económica que haría al resto de equipos luchar para nada, si no el elitismo que muestra, ya que esos clubes simplemente por crear la competición disfrutarán de ella año tras año, sin tener que conseguir ningún mérito deportivo. Gracias a que todos los clubes excepto dos de los españoles dieron un paso atrás y decidieron no seguir hacia delante con esta idea se ha frenado este movimiento que hacía a los ricos más ricos y a los pobres aún más pobres.

Pero lo que os quería comentar más a fondo sobre esto es el movimiento social que se ha mostrado en diferentes países y como esto ha conseguido frenar algo que parecía inevitable. Mientras en España se ha mostrado una sociedad completamente dividida en la que la mayor parte de la población miraba por sus intereses en distintos puntos de Europa se ha creado una unión encomiable. Principalmente Inglaterra y Alemania han mostrado la cara más positiva en este problema, los clubes alemanes rápidamente tuvieron que echarse atrás ante unas aficiones que para nada querían este cambio que dejaría en la estacada a el resto de aficiones y equipos su país, consiguieron acabar con eso que nadie quería en escasas horas, mediante la masa social. En Inglaterra fue un día después cuando en un partido entre el Chelsea y el Brighton los aficionados locales llenador los aledaños del estadio con canticos contra la Superliga y los fundadores de ella (video de los sucesos), rápidamente ante el apoyo de toda Inglaterra, incluidas las instituciones los seis clubes que formaban parte de esto pidieron disculpas y comunicaron su salida de este nuevo formato.

En cambio en España, aunque todos los equipos que no participaban en dicha competición lanzaron comunicados de rechazo, las aficiones de los clubes que sí eran participes se mostraron se mostraron en su mayoría a favor de la creación de la Superliga, mostrando una gran falta de conciencia social, dimos una imagen a Europa de que no tenemos ningún tipo de masa social y que nos importa muy poco hacer daño al más débil con tal de obtener nuestros mayores beneficios, la gente parecía creer que los ingresos que iban a recibir los presidentes de sus clubs iba a ser repartidos entre sus aficionados y se vieron ciegos ante el dinero, es algo que me entristece mucho, ya que se vio una clara imagen de una sociedad que solo piensa en el dinero y que no teme en pisotear a su vecino.

Como reflexión personal me parece muy duro que la gente en España no luche por lo que justo, hasta ahora se decía que en España sólo nos movíamos por el fútbol, pero ya ni eso, ya ni el fútbol ha conseguido levantarnos del sofá. Hay que tratar de cambiar esta sociedad lo antes posible, no podemos permitir una sociedad tan egoísta, hay mucho margen de mejora y esto tienen que cambiar. Para finalizar me gustaría dejar una reflexión de Miguel Ángel Román, periodista, en un tweet de estos días.

Fuente: Unplash (Florian Olivo.)